La cerveza entre la sociedad 2

RELEVANCIA SOCIOCULTURAL Y ECONÓMICA
La cerveza no solo constituye una de las bebidas más consumidas en el ámbito doméstico y hostelero, sino que también desempeña un papel central en la vida social de los ciudadanos, estando presente en conciertos, festividades populares y eventos deportivos.
Su impacto trasciende ampliamente el ámbito recreativo y lúdico, ya que genera valor económico en múltiples sectores al tiempo que promueve el consumo responsable.
En cuanto a sostenibilidad, el sector cervecero ha realizado y realiza importantes esfuerzos e inversiones para reducir al mínimo el impacto de las huellas hídrica y energética.
IMPACTO ECONÓMICO
DEL SECTOR CERVECERO SOSTENIBLE
Como se dijo, España es el segundo productor europeo de cerveza, solo por detrás de Alemania y superando a otros tradicionalmente muy “cerveceros”, como Bélgica, República Checa, Irlanda y Polonia. A nivel mundial, España se sitúa, como se dijo, en el noveno puesto entre los países productores.
Tal volumen de producción representa el 1,3% del Producto Interior Bruto (PIB) español, mantiene más de 540.000 empleos directos e indirectos, genera el 2,6% de la recaudación fiscal y allega entre el 25% y el 40% de los ingresos de los establecimientos hosteleros.
Este ecosistema productivo involucra a diversos actores, incluyendo agricultores (productores de cebada, lúpulo y levadura), fabricantes de maquinaria, distribuidores, mayoristas, minoristas y consumidores finales, generando un efecto multiplicador en la economía nacional.
Las principales compañías del sector en España, son, por este orden: Mahou-San Miguel, Grupo Damm, Heineken España, e Hijos de Rivera/Estrella de Galicia. Entre todas, concentran aproximadamente el 95% del mercado nacional.
En cuanto a preferencias de consumo, predominan las cervezas tipo Lager (especial y extra), aunque también se observa un crecimiento sostenido en la demanda de muy distintas variedades, cervezas de trigo y cervezas artesanales, estas últimas muy en auge en los últimos años.
Más allá de su carácter recreativo, la cerveza se ha consolidado como un símbolo cultural que refleja la identidad y las tradiciones españolas, actuando como vehículo de socialización y cohesión comunitaria.
COMPROMISO CON LA SOSTENIBILIDAD
El sector cervecero ha intensificado sus esfuerzos para garantizar la sostenibilidad en toda la cadena de valor, en respuesta a la creciente conciencia ambiental de la ciudadanía y a la necesidad de minimizar en lo posible los efectos del cambio climático.
Las fábricas están adoptando tecnologías innovadoras y prácticas sostenibles orientadas a reducir la huella ambiental. Estas incluyen el uso prioritario de materias primas locales (cereales y lúpulo), la optimización del consumo de agua y energía, y la incorporación de envases reciclables y biodegradables.
Uno de los objetivos estratégicos del sector es alcanzar el modelo de “residuo cero”, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, un compromiso internacional suscrito por 193 países para promover el desarrollo sostenible, la equidad social y la justicia global.
La sostenibilidad también abarca dimensiones sociales y económicas, como la implementación de condiciones laborales justas, la capacitación del personal y la sensibilización sobre los riesgos del consumo excesivo de alcohol.
PROMOCIÓN DEL CONSUMO RESPONSABLE
En España, el consumo de cerveza se realiza mayoritariamente en contextos sociales y suele acompañarse de alimentos, especialmente tapas.
Nuestro país lidera el consumo mundial de cerveza sin alcohol, lo que refleja una tendencia hacia hábitos más saludables, especialmente entre los jóvenes.
El consumo responsable se define como aquel realizado por personas adultas y sanas, dentro de límites que no representen un riesgo para la salud, y evitando siempre situaciones de riesgo como la conducción, el embarazo, el trabajo o los tratamientos médicos.



